domingo, 27 de junio de 2010

Ver a ciegas.


"Todos los meses son Noviembre... Y te quiero cada día. Es nuestro mes, y no tiene por qué acabarse. Olvido cualquier intento de controlar la vida. La tuya o la mía. Vivo para una cosa: para quererte, para hacerte feliz, para vivir intensa y alegremente el presente. Noviembre... sólo conozco eso. Y no quiero conocer nada más."


Abril.

jueves, 24 de junio de 2010

Real.

Y entonces alguien te recuerda que primero estás tú.
¿Qué sentir o qué no sentir? Qué importa...


Levantas la cabeza y compruebas que, efectivamente, es así. Que hay muchas más cabezas pendientes de lo suyo, tanto que ni siquiera se dan cuenta de que la tuya se encuentra a su lado, muy cerca, protegiéndolas de forma permanente.
¿Qué sentir o qué no sentir? Qué importa...


Haces oídos sordos, llevas la mirada a otro lugar, porque -piensas- quizá es mejor así. Quizá es mejor no ver, como hacen ellos, quizá es mejor no sentir tanto en algunas ocasiones... Y la reflexión toma sus propios engranajes cuando, por fin, cansada, apoyas la cabeza sobre la almohada, esa que tanto sabe de ti y que conoce de memoria el sabor de tu tristeza.
¿Qué sentir o qué no sentir? Qué importa...


¿Es verdaderamente mejor mirar hacia otro lado? Está claro que de una forma u otra hay un horizonte que vas a perder, cuestión de elección, it's easy. Pero... ¿por qué siempre escoger el horizonte de los demás? ¿Y si ellos no ven el tuyo? ¿No lo ven o no quieren verlo? ¿Y tú lo ves? No, tú eres la que menos lo ve...

¿Qué sentir o qué no sentir? ¿Importa?


... Así que tiras restos del pasado a una hoguera mientras pides deseos que sabes que no van a poder llegar solos sin esfuerzo... aunque ese sea el mayor de ellos. Y lo haces con una ilusión vibrante en los ojos porque siempre has creído en los sueños y en aquello de desear con fuerza... en la magia, al fin y al cabo.


Hay que mantener la llama... aunque algunos días no tengas fuego.

Cenizas... y nuevos crepitares... esa es la historia...

lunes, 14 de junio de 2010

...me.


El alma. Qué concepto tan abstracto y cómo puede materializarse en algunas ocasiones. Se puede tocar a través de unos dedos nerviosos que buscan el cúlmen de su nerviosismo, se puede sentir a través del mayor sentimiento, se puede encontrar cuando se realiza la búsqueda esencial de la vida, se puede oler, se puede rozar; pero claro, también se puede partir cuando ocurren rupturas pequeñas que agrietan el corazón, se puede sentir perdida cuando el camino que seguía se ha derrumbado ante sí, se puede romper en pedazos como si se tratara de un jarrón cualquiera que alguien colocó allí con poca perspectiva, y puede explotar cuando observa cómo piden ayuda otras almas que la rodean y no puede hacer más que permanecer allí, a su lado, dando su aliento...

Y los ojos. Los ojos son su cueva, su puerta de entrada... o de salida... según se mire. Porque ahí reside la clave de todo: en saber mirar...

martes, 8 de junio de 2010

¿?

A veces siento que debo escribir, es como una norma,
una forma de liberar mis cuerdas empujando lo que estorba.
Simplemente asoma, cojo un bolígrafo y suelto la bomba
para que mi cabeza no estalle y no se encadene en dogmas.
Menos que más hoy sonrío, no puedo, me sobran kilómetros.
Cuando veo a mi ángel sin alas nada parece correcto.
¿Cómo hablar de justicia ante tal imposibilidad de sueños?
Trinco el metro, ya no vuelo, sólo mido la impotencia que siento.
Déjame un poquito más, es demasiado, ya no llego.
Nadie sabe dar porqués, ni cómos ni cuándos.
Ni siquiera Tú, que creo en Ti, aportas lo necesario.
Si le estás viendo desde arriba, ¿ayudarle cuesta tanto?
Mientras mi corazón tiene fe, mi cabeza se ahoga en el llanto.
Ya ves, veo sin ver, observando que no hay visión
capaz de hacer entender por qué he de escribir esta canción.
Su mirada es demasiado dulce para ver algo tan amargo.
Siempre sonríe, ese es su fuerte, camina aunque no haya escenario.
Podrías darle Tu mano, sólo rozarle y que se levante.
El mundo sería más justo y eso también lo sabes...
Ya sé que somos libres pero él no tuvo opciones,
nació con el alma pura y el cuerpo entre barrotes.
Cuántos corazones podridos siguen latiendo llenos de vida,
mientras un ángel así debe dejar sus alas en una silla...

viernes, 4 de junio de 2010

Siempre conmigo.


Preguntarse por qué hay ángeles a los que se les niega las alas es, como poco, duro. Yo diría cruel...


Poseen dulzura, pureza... Saben hacer que el sonido de su risa sea una anestesia, un recordatorio de lo que es la felicidad, un espejo que muestre la enorme gratitud que debemos sentir. Saben ser fuertes siendo los más débiles y pequeños. Saben mantenerse en pie aunque eso sea para lo que menos capacacitados estén. Saben regar de esperanza campos que están aparentemente marchitos.


Yo conozco uno de ellos. El más brillante de todos. Y es increíble observar cómo continua su camino rozando con sus alas estropeadas el suelo... porque tiene que entregar más, muchas más, a los que le rodean.
No he visto ángel más bonito, ni más puro y dulce que él.

No quiero preguntar por qué hay ángeles sin alas... Sólo pido que sigan buscando unas tan enormes que sean capaces de reparar las que posee y poder ver cómo vuela de verdad... Porque entonces el mundo sería un lugar mucho mejor y mucho más justo, joder, mucho más JUSTO...